21 septiembre 2011

John William Cooke

John William Cooke

14 de Noviembre de 1920 – 19 de Septiembre de 1968

por Elisa Morales

Gran figura del movimiento peronista, John William Cooke estuvo a la cabeza de este movimiento aunque posteriormente quedó aislado y murió en soledad. Vida y obra de uno de los ideólogos más importantes de la izquierda nacional argentina.

Biografía

John W. Cooke nace en la ciudad de La Plata, Argentina, en el seno de una familia de ascendencia irlandesa. En 1930 ingresa a la carrera de derecho en la Universidad de la Plata, donde desarrollará sus cualidades políticas como militante estudiantil, aunque todavía como parte de un agrupamiento radical.

Será en 1945 cuando comience su relación con el peronismo. En este año un sector del radicalismo a la cabeza del cual estaba Juan Isaac Cooke, padre de John, inicia negociaciones con el entonces vicepresidente Juan Domingo Perón. Juan Isaac pasa a desempeñarse como Ministro de Relaciones Exteriores.

En 1946 Cooke comienza su carrera como parlamentario, presentándose a elecciones internas dentro de la UCR. Es elegido candidato a diputado por la tendencia radical que avala un frente con Perón para las próximas elecciones, a la cabeza de la cual se encuentra Quijano. Así, la fórmula Perón-Quijano se hace con el triunfo y Cooke es elegido diputado a los 26 años. Se convierte así en uno de los principales cuadros peronistas en la cámara baja, defensor acérrimo de las políticas del general pero también crítico cuando las hallaba cuestionables.


El golpe de Estado de 1955 y la resistencia del peronismo

Con la Revolución Libertadora, como se denominó a sí mismo el golpe de 1955, John William Cooke se vio obligado a pasar a la clandestinidad.

Se pone en contacto con el general Perón emigrado para comenzar a organizar el Comando Nacional Peronista, entidad abocada a la resistencia contra el gobierno dictatorial. En octubre, el Bebe, como lo llamaban sus conocidos, cae preso, víctima de la persecución del gobierno de la Libertadora.

Desde las numerosas cárceles por las que pasa Cooke continúa la relación epistolar con Juan Domingo Perón. En la segunda mitad de 1956 Cooke recibe una carta del general en la que éste le delega su representación y el comando del movimiento peronista al interior de la Argentina. El 17 de marzo de 1957, Cooke y otro grupo de militantes peronistas logran fugarse de la cárcel de Río Gallegos, sobornando a un guardia. Después de la fuga pasa a Chile, donde se instala en Punta Arenas. Desde aquí mantiene correspondencia fluida con Perón, que se halla en Caracas, y se ocupa de los problemas de la reconstrucción del movimiento peronista.


La relación con Perón y la evolución ideológica de John William Cooke

Las relaciones entre John William Cooke y el general Perón fueron cambiantes. Cordiales a veces, ásperas otras, la clave del cambio estuvo en que ambos políticos evolucionaban en sentidos distintos. Mientras el general estaba ya adoptando en esta época su política de árbitro entre las distintas tendencia peronistas y avanzaba hacia una posición conciliadora con las fuerzas no peronistas, el pensamiento político de John William Cooke evolucionaba a izquierda y sus postulados se relacionaban con la necesidad de que el peronismo recuperara el poder a través de una insurrección y apelando a las masas trabajadoras del país.

Ante las elecciones de 1958, se expresarían los desacuerdos entre ambos hombres. Cooke se pronuncia en contra de la alianza con el radicalismo de Frondizi, pero las tendencias moderadas al interior del peronismo acaban por predominar y el general da su visto bueno a la alianza. Frondizi obtiene el triunfo pero rompe la alianza con el peronismo, una vez que se ha hecho del poder. Cooke se reúne con Perón para definir la estrategia a seguir. Esta sería de enfrentamiento al gobierno, pero la conducción partidaria del peronismo dentro de la Argentina se vuelve cada vez más conservadora y no está dispuesta a adoptar medidas radicales de ningún tipo.

En enero de 1959 se produce la huelga en el Frigorífico Lisandro de la Torre. Este hecho se convertiría en el principio de fin del peso de Cooke en las filas del peronismo oficial. El gobierno de Frondizi responderá con represión a la huelga y esta será derrotada. La conducción peronista declarará prontamente que no ha tenido relación alguna con los hechos, mientras que Cooke defenderá los obreros en huelga. Es el comienzo de la ruptura abierta.

Desde aquí el pensamiento de Cooke comienza a radicalizarse. Se encuentra aislado dentro del movimiento peronista mismo y comienza a buscar nuevas vías políticas para la consecución de lo que él considera es lo más importante en un país como la Argentina: la liberación nacional contra el dominio imperialista.

John William Cooke después de Cuba

En 1960 viaja a La Habana, donde conocerá a los líderes de la Revolución Cubana. Participará en los enfrentamientos con ocasión de la invasión de la bahía de Cochinos en 1961.

La experiencia en Cuba determinará que Cooke adopte una línea política cada vez más revolucionaria. En sus “Apuntes para la militancia” de 1964 planteará que: “La revolución social entonces no es un orden ideal fijado porque nosotros lo consideramos que es el que preferimos con respecto a otro, es una necesidad técnica, como necesidad económica y como necesidad del país para realizarse como integridad nacional.”

Cooke nunca perderá sus esperanzas en que el peronismo adopte una senda revolucionaria popular como la que él plantea. La distintas tendencias a interior del movimiento peronistas tendrán evoluciones diferentes, pero Cooke siempre conservará su puesto como ideólogo de la izquierda peronista. Finalmente, fallecerá en 1968 sin ver sus proyectos concretados y en un estado de aislamiento respecto de Perón y su movimiento. A comienzo de la década de 1970, la organización guerrillera Montoneros será la que retomará el pensamiento de Cooke y encarnará la lucha de la izquierda peronista.


PROPÓSITOS (Texto)


Contar con una información adecuada no es sólo un derecho que la masa peronista se ha ganado en sufridos años de lucha, sino también condición esencial para cumplir su misión histórica de liberar nuestra patria de la explotación nacional e internacional. Sin embargo, desde las estructuras dirigentes del movimiento únicamente le llegan trivialidades que nada agregan salvo confusión.

Las funciones inexcusables es extender y ahondar ese conocimiento directo, elaborar críticamente datos de la realidad contemporánea y presentar conclusiones que aclaren su sentido, extraer y generalizar las enseñanzas que deja la acción colectiva, tareas sin las cuales no se perfeccionan las formas organizativas y de combate.

Es en la organización revolucionaria que se opera ese enriquecimiento recíproco, al cual contribuyen los cuadros directivos con las síntesis esclarecedoras que orientan a las masas obreras.

El peronismo lo necesita con urgencia, como punto de partida para replantear sus inoperantes líneas políticas.

Para saber cuales son nuestras fallas y llegar a sus causas hay que tener una visión global de la Argentina, de las fuerzas que chocan en su seno, de las características que revisten esos conflictos. Dentro de ese marco histórico, hay que examinar el significado del peronismo, con qué tendencias sociales es irreductiblemente antagónico, qué políticas lo condenarán a frustrarse y cuáles sirven al objetivo de realizarnos como destino nacional.

Por no plantearse correctamente todo esto, las burocracias siempre rectifican los aciertos y reinciden en los errores. La indigencia teórica arrastra a los desastres estratégicos.

Lo primero que procuramos demostrar en la brevedad de este informe es que la teoría política no es una ciencia enigmática cuya jerarquía cabalística manejan unos pocos iniciados, sino un instrumento de las masas para desatar la tremenda potencia contenida en ellas. No les llega como un conjunto de mandamientos dictados desde las alturas, sino por un proceso de su propia conciencia hacia la comprensión del mundo que han de transformar.


John William Cooke – Diciembre de 1964

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"No es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes. No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila; porque siempre es así: se gana con los nuevos."

de

Pensamiento vivo

"La falsificación (de la historia) ha perseguido precisamente esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional. Mucha gente no entiende la necesidad del revisionismo porque no comprende que la falsificación de la historia es una política de la historia, destinada a privarnos de experiencia que es la sabiduría madre."
(...) "Pero se sigue adoctrinando sistemáticamente en la enseñanza de la historia para lo cual los réprobos son los que defendían la soberanía y los próceres los que la traicionaban para fines institucionales."
(...) "Ese es el gran problema argentino: es el de la Inteligencia que no quiere entender que son las condiciones locales las que deben determinar el pensamiento político y económico."

“El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza”
"Todos los sectores sociales deben estar unidos verticalmente por el destino común de la Nación (...) Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional."

Arturo Jauretche

13 de noviembre de 1901 / 25 de mayo de 1974

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